Javier
Aguirre
ATTAQUE 77 TOCO EN EL ESTADIO OBRAS POR TERCERA VEZ
EN EL AÑO
La banda liderada por Ciro Pertusi propuso
un show atípico, en el que la lista de temas
fue elegida por el público, a través de
Internet.
Con la sencillez, la energía y la contundencia
del género sigue siendo una banda de punk
rock, a pesar de sus progresivos
acercamientos al power pop, Attaque 77 se presentó
por tercera vez en 2001 en Obras, donde ya había
ofrecido dosfunciones en abril de este año, en
aquella instancia para la grabación del disco
en vivo Trapos. Esta vez, el incentivo en particular
del concierto era la convocatoria a los fans para que
eligieran el repertorio, votando a través de
Internet. El resultado del show a pedido del público
fue contradictorio, casi en la esquina de la paradoja,
ya que si bien la banda tocólas canciones elegidas
por la gente, la participación del público
durante el show esta vez no fue tan entusiasta -al menos,
en comparación a los notables y muy calientes
conciertos de abril; probablemente debido a los
votos de temas raros, por lo que al repertorio
democrático le terminaron faltando
algunas canciones que suelen ser de lo más caliente
de las performances de Attaque 77 en vivo, como Gil,
No me arrepiento o Hacelo por mí.
Las rarezas o debería decirse temas
no tocados habitualmente en los conciertos pero destacados
por los fans tuvieron lo mejor en las añejas
Vuelve a casa y No te pudiste aguantar,
que conservaron la inocencia punk rocker original, pero
con la refinada potencia punk rocker de este Attaque
77 maduro y curtido. Los momentos más calientes
de una noche que no evidenció respiros ni cambios
de marcha fueron los hits Espadas y serpientes,
Donde las águilas se atreven, Hay
una bomba en el colegio, Caminando por el
microcentro (legendaria oda a Edda Bustamante,
salvajemente actualizada este año gracias al
programa Reality reality) y las arrolladoras
Dame fuego y El cielo puede esperar,
aunque también se destacaron otros, como la melódica
Beatle, el triple reprise de 15 segundos
y la licencia poética de Un poco de respeto,
de Erasure.
Una particularidad del espíritu de inocencia
eterna que propone Attaque 77 cuatro versiones
de Peter Pan, que podría rabautizarse Peter Punk
y que recoge su público, mayoritariamente adolescente,
es que al dogmático no hay futuro
del punk, le contesta un entusiasta si nos juntamos
no nos van a detener y un combativo alza
tu voz. No fue casual que el cantante Ciro haya
lucido una remera de las Madres de Plaza de Mayo, o
que antes de la lapidaria El abuelo semiinédito,
ya editado en vivo pero sin versión de estudio,
cuyo estribillo denuncia acá son todos
negociados el bajista Luciano haya rugido
una durísima introducción, en la que pidió
que termine ya este año terrible, lleno
de miseria y pobreza y afirmó que el
hijo de remil puta de Cavallo también es un terrorista.
La encendida y visceral reflexión del bajista
fue edulcorada con la arenga-chiste Luciano presidente,
proferida a continuación, como para distender,
por Ciro.
La valiosa idea de amenizar la espera previa al show
con un video grabado en el backstage con conversaciones
con otros músicos, chistes y la transmisión
de un partido de fútbol virtual jugado en una
playstation y un pequeño foco de incendio
en el escenario (que fue apagado por un atento bombero
mientras la banda seguía tocando) fueron las
notas de color de este concierto que sirvió para
escuchar canciones que no son las desiempre y que confirmó
el poder de convocatoria y la admirable potencia escénica
de Attaque 77.
Fuente:
Diario Página/12 (http://www.pagina12.com.ar)
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