Germán
Arrascaeta
El "Insomnio tour" es, ante todo, una experiencia que
pone en escena a dos grandes bandas del rock argentino:
Attaque 77 y Babasónicos, que esta noche ocuparán el
Hindú Club (Sarmiento y Pringles), desde las 22.
Para los músicos, probablemente, se trate de una road
movie que sirve para propagar su música entre adolescentes
de todo el país, ajenos a las usinas de la información
rockera de primera mano. Esos pibes tienen a estas bandas
como responsables de una de las máximas alegrías del
año. Con algo de esa expectativa llega el "Insomnio
tour" a esta ciudad, por lo que se espera una concurrencia
masiva.
Cabe aclararlo: "Insomnio tour" es la gira nacional
planteada por Attaque 77 para apoyar el lanzamiento
de Radio Insomnio, un disco en el que el cuarteto punk-pop
de Ciro Pertusi reivindica a la adolescencia como un
estadio de la vida en la que algunas convicciones aún
no resultan intoxicadas por ningún tipo de especulación
ideológica.
"Se trata de ser críticos desde la inocencia", cuenta
Ciro, un treintañero que en las fotos luce "sensible"
y que hace un tiempo anhelaba, y lo decía en una canción,
"no crecer más".
"De todos modos _agrega Ciro_, no creo que la adolescencia
sea algo completamente puro, porque uno está contaminado
de influencias. Igual, me parece más puro que la adultez,
en la cual uno no sólo está contaminado sino que decide
seguir contaminándose. En la adolescencia es como más
instintivo y Attaque 77 conserva cuestiones de instinto".
_En "Canción inútil" reivindica los escraches de H.I.J.O.S,
canta: "fuimos cómplices de ese indulto" y habla de
"nuestra pasiva indecisión". ¿Acaso esperaba algún tipo
de reacción por parte del argentino medio?
_Es como una reflexión sobre el tiempo, sobre lo que
pasó. Quiero contar que, en este país, el pueblo se
movilizó más por el festejo de un campeonato de fútbol
que por la lucha. Y eso sigue pasando. Somos tan hipócritas
que saltamos con esas moralinas que cada tanto explotan
desde la televisión. Nos ponemos a juzgar si Rodrigo
era bueno, o no. Las estupideces movilizan más. Alguien
tiene que alertar sobre eso, aunque el gesto suene inocente.
_A propósito de Rodrigo, ¿si estuviera grabando hoy
"Otras canciones" (el disco de Attaque 77 que revisa
a la música pop de los últimos 30 años), incluiría una
canción suya?
_No sé. No lo tengo del todo escuchado. Yo soy muy de
Córdoba, de conocer bien tu ciudad, y sentí más cerca
algunos temas de La Barra, que casi entran en ese disco.
Igual, todo lo que escuchaba de Rodrigo me gustaba,
y, claro, me impactaba su carisma.
_Ustedes telonearon a The Ramones en su despedida. ¿Para
qué banda le interesaría abrir hoy, teniendo en cuenta
que para Attaque 77 actual The Ramones es sólo una referencia?
_Si hubiese una reunión, como se viene hablando, y si
se arma un espectáculo para Argentina, me gustaría abrir
para The Who. Me parece que de algún modo hoy estamos
adecuados al perfil de The Who. Sin haber perseguido
los mismos fines, llegamos al mismo lugar. Esto, claro
está, lo digo salvando las grandes distancias que hay
entre Attaque y los Who.
Acerca del punk
_¿Le encuentra sentido al punk como bandera?
_Le voy a encontrar sentido siempre y cuando se manifieste
como un movimiento libertario como era a fines de los
'70, que daba lugar a los que no lo tenían y voz a los
que no podían enunciar nada. Todo sin discriminación.
Para mí, es punk siempre y cuando no exija una estética
determinada. Lou Reed puede ser punk rock con una acústica.
No hay por qué estereotipar tanto al punk rock. El lado
de la gente que se jacta ser punk rock está como dividido
en tres ¿no? Está el lado más activista, que propone
un mensaje; también el que obliga a vestir de negro
y ser caótico y hace que no veas más allá de tus propias
narices; y, por último, está el lado colorido e híper
comercial. Yo no me identifico con ninguna de esas tres
variantes. En todos esos casos, el punk rock no es más
que una excusa. Para vender política, para que te sientas
soldado de una tribu con derecho a la agresión y para
hacer productos que empaquetan actitud. Lo triste es
que con todo esto, se pierde el lado más lindo del punk,
que tuvo que ver con la diversión y la creatividad.
_Girar con Babasónicos, ¿es prueba de la elasticidad
de Attaque 77?
_Es predicar con el ejemplo. Si tanto hablamos en las
letras de abrir cabezas, de recibir las cosas nuevas,
de que en este mundo hay lugar para todos, lo menos
que podemos hacer es convocar a una gran banda como
Babasónicos. Si bien no somos iguales, tampoco somos
tan distintos. Todo, lo nuestro y lo de ellos, al final
de cuentas, es rock. Me enganché con ellos por el disco
Babasónica, cuando se pusieron muy Black Sabbath, pero
mucho más cuando descubrí su humor con respecto de lo
que ellos mismos generan.
_Los Babasónicos pueden ser cínicos, paródicos. ¿Attaque
también puede serlo? Lo preguntamos porque siempre trabajó
sobre referencias positivas, determinadas.
_Por momentos, sí. A esas cosas se llega por evolución.
Todavía no hemos llevado esa intención al sonido. Todavía
no somos duchos en ese aspecto. El estudio te da sentido
de responsabilidad, te da un sentido de compromiso.
Pero en vivo, Attaque 77 es más divertido, es más relajado.
Fuente:
Diario La Voz del Interior (www.intervoz.com.ar)
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