Attaque77.com - Estar enrollados con el rock nos rejuvenece
   
 "Estar enrollados con el rock nos rejuvenece"

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Oscar Jalil
Fotos: Diego Quiven

Ciro Pertusi (voz), Luciano Scagliano (bajo y voz), Mariano Martínez (guitarra y voz), y Leonardo De Cecco (batería) miran al fotógrafo con caras de chicos inocentes. A simple vista, las fotos no explican que este cuarteto ramonero lleva más de 13 años en la ruta. Parecen una banda de barrio y no el grupo que ha sabido construir una identidad a través de los cambios. A pocos minutos de ofrecer un concierto en Haedo, el cuarteto en pleno habló con Yeyeye de sus inicios, transformaciones y demás señas de un perfil que suele fascinarse con los dulces aromas de la nostalgia adolescente. Esos perfumes que también inundan las canciones de Radio Insomnio, último trabajo de la banda argentina.

¿Hace cuánto tiempo que están juntos?
Mariano Martínez: Hace 13 años que todos los 6 de enero festejamos el cumpleaños de Attaque. Aunque en realidad esa no fue la primera vez que tocamos, sino el primer ensayo. Igualmente, ya veníamos tocando tres o cuatro temas que teníamos con otro grupo que formábamos antes.

Después de todo este tiempo, ¿cómo ven a la banda ahora?
Ciro Pertusi: Consolidamos muchas cosas que queríamos como puede ser la fuerza del grupo. El poder de Attaque está intacto cuando la banda está sonando en el lugar y en el momento en el cual deseamos estar. Además, están los matices de siempre como son los sentimientos y las melodías, hilos conductores del principio hasta la actualidad de la banda.

Attaque también representa que es posible para una banda argentina salir a girar por el mundo y vender miles de discos...
C.P: Es una combinación de muchas cosas, donde la suerte es realmente importante. En Argentina es muy difícil tener un grupo y poder mantener toda tu atención en la composición de los temas, la preparación de los ensayos, los shows, etc. En general son pocas las bandas que tienen la posibilidad de poder dedicarse de lleno a eso sin tener que buscar otra cosa para ganarse la vida.

Pero también deben haber otras cosas...
Luciano Scagliano: Sí, no hay que dejar de lado el talento mezclado con el empuje, con las ganas de decir y crear.
M.M: Con el deseo de divertirse y, a la vez, con la idea de bajar a la tierra para tener consciencia de lo que se dice. Mientras afirmamos el contenido de lo que decimos, tenemos los vuelos clásicos de cualquier rockero. Tratamos de reflejar las vivencias y las voces de quienes no tienen voz, de las personas más anónimas, porque fuimos ese tipo de gente y crecimos de ese mismo modo.

¿El público se da cuenta de eso?
C.P: Por algo nos siguen. No podemos decir que toda nuestra gente sea del proletariado, pero la mayoría proviene de ahí. Un 50 por ciento son chicos que trabajan bajo las influencias de las instituciones, y están en desacuerdo con la sociedad. Nosotros muchas veces expresamos eso sin proponérnoslo. Por más que a menudo sentimos que estamos fuera de la corriente más común; como que todo el mundo está hablando de una cosa y nosotros de otra.

¿Cuál podría ser un ejemplo?
C.P: Una gran cantidad de personas que sigue a bandas más rockeras, el clásico rock & roll Stone (Los Redondos, La Renga, Los Piojos), dice que Attaque hace música comercial. Sin embargo, no vendemos ni las tres cuartas partes de lo que venden esos grupos. Estamos en una corriente completamente diferente: no somos ni alternativos ni tampoco somos los grossos.

Pero esa línea se fue definiendo con el tiempo. De ser una banda de punk melódico, luego se abrieron a un montónde lugares...
C.P: Con el tiempo fuimos perdiendo el miedo a plantear lo que uno siente, sin tener que ser unos demagógicos. Siempre nos jugamos a decir lo que queríamos transmitir, y así nos fue. Hubo discos que vendieron mucho y otros que no tanto. Tuvimos superéxitos, éxitos populares, y también éxitos de calesita. En algún momento fuimos ignorados o muy criticados, pero siempre hicimos las cosas como se nos ocurrió y como nos salió.

¿El rock es prejuicioso?
M.M: La gente tiene tendencia a rechazar las cosas nuevas. En general, los fans de Attaque son más melancólicos y les gusta que se repitan los discos viejos, las fórmulas anteriores.

Entonces, ¿la banda y el público no van creciendo al mismo tiempo
M.M: En algunas cosas sí. Cuando ellos escuchan los álbumes nuevos tienen cierta inclinación a decir que éramos más pesados. Al público le lleva tiempo darse cuenta de que lo nuevo puede ser un buen trabajo. Pero así es la historia de los discos y de la música en general.

¿Hubo un click en sus cabezas, un momento donde Attaque 77 sufrió un cambio?
M.M: Cuando aparecieron las presiones que representan el negocio del espectáculo, donde está lleno de personas que te marcan cómo seguir para ser cada día más grande, tuvimos que decidir entre eso o lo que realmente queríamos hacer: vivir los éxitos como logros personales.

¿Otras Canciones fue como patear el tablero sabiendo que quizás la gente no iba a soportar el repertorio?
M.M: El disco salió en un momento donde era necesario decir algo con respecto a los prejuicios en los conciertos, con la música en general; no sólo del público, sino del periodismo y las mismas compañías discográficas. Cuando empezamos a ensayar ese material, desde el sello hasta los fans nos decían que estábamos locos.
C.P: Todo el mundo, sin haber escuchado nada, empezó a quejarse y a decir “Cómo van a hacer un tema de Gilda”, por ejemplo. Nuestra intención era guardar el secreto hasta el momento de la salida del disco, pero la compañía discográfica nos cagó la idea, ya que gritó a los cuatro vientos cuáles eran las canciones. La idea era salir con una sorpresa, porque los fans se lo merecían así.

¿Ese disco fue la segunda gran explosión del grupo?
C.P: A principio de los `90, con el tema “Hacelo Por Mí”, el disco El Cielo Puede Esperar fue el que más vendió, aunque no sonábamos como hubiésemos querido. Esa fue la primera explosión, pero Otras Canciones fue el éxito más equilibrado. Con los últimos trabajos estamos bastante conformes con el sonido. En el caso de Radio Insomnio fue compuesto en medio de las giras de Otras Canciones, en los pocos momentos de soledad y de intimidad que teníamos, que no eran muchos. A esto se debe su nombre, ya que tuvimos que sacrificar horas de estar solos, prácticamente los momentos que íbamos a dormir, para dejar aflorar la creatividad.

Igualmente, la velocidad del disco mantiene un equilibrio. Son todas canciones mucho más rápidas...
C.P: Si tengo que definir a Radio Insomnio diría que es un disco variado, el cual arranca con un tema fuerte, sigue con un punk rabioso clásico de Attaque, otro reggae/punk mezclados, y después pasa a una canción más modernosa. Hay mucha experimentación con los sonidos. Pero el hilo conductor del álbum son las voces de los locutores de las radios, que le dan una idea conceptual a la cosa de insomnio. A algunos los conocíamos porque nos habían hecho entrevistas y con otros nos comunicamos vía Internet. Mandaron su parte grabada en Mp3 a Madrid y allí nosotros la procesamos. El único parámetro que tenían era que digan “Estás en Radio Insomnio, el 77 de tu dial”, y que hagan referencia desde dónde estaban transmitiendo.

¿Por qué Attaque recurre persistentemente a la melancolía, a ese regreso a la etapa de la adolescencia como el lugar ideal?
C.P: Me parece que a veces la gente toma eso como si fuera nuestra bandera, sin embargo muchas de nuestras canciones están basadas en personajes. A veces el público se lo toma como que Ciro o los Attaque están diciendo tal o cual cosa, aunque en realidad estamos encarnando personajes de la vida.
M.M: Probablemente la adolescencia para muchos es un lugar de donde nos cuesta salir, un momento donde uno se cuestiona cosas y vive en crisis con muchas otras.
C.P: De todos modos, la música es siempre joven. Estar enrollados con el rock nos rejuvenece.

Fuente: Yeyeye.com (www.yeyeye.com)

 
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